El domingo pasado caminamos como Paco de Lucía, "entre dos aguas". No se si alguien llevó huevos a la virgen o si sacó un santo en procesión, no me consta. El resultado fue una muy agradable jornada montañera, amenazada por la lluvia que nos rozó.
En esta ocasión se trataba de recorrer el sendero local SL-V 5, trazado por ADENE. Asociación para la Defensa de la Naturaleza de Enguera. Para ello nos dirigimos al PK 15,200 de la carretera CV-584 que une Enguera con el caserío de Benalí. La primera parte del recorrido discurre por un camino que nos acerca al Barranco del Gatillo, estrella indicscutible de esta excursión. A medida que nos aproximamos el ruido del agua nos va guiando a través de un sinuoso sendero hacia el abrigo que se forma en el barranco. Para mí es uno de esos lugares mágicos que podemos disfrutar muy cerca de casa.
Cuando parece que la excursión acaba aquí, la naturaleza nos sorprende con un túnel vegetal por el que accedemos a una senda que va recorriendo el barranco longitudinalmente. En algunos momentos parece que falten manos y en otros parece que los pies tienen vida propia. Estamos rodeados de una vegetación exuberante con una mezcla de olores difícil de precisar por momentos. Al final llegamos a un lugar donde han dispuesto un cordel para salvar un pequeño desnivel y, tras una divertida trepada, accedemos a la zona alta del barranco. A partir de aquí hay que seguir dos grandes caminos forestales, uno de ellos la Cañada Real de Almansa.
Al llegar a la altura de la Casa de la Venta, decidimos que había llegado el momento de reponer fuerza. Los niños no pueden estar sin comer tanto tiempo y hay que hacer un esfuerzo. Repuestas las energías y algo "fresquitos" continuamos hasta llegar a la carretera inicio de la ruta.
En este punto, los/as más aguerridos/as y yo decidimos continuar hasta completar el sendero marcado. Nos acercamos a contemplar el cercano Barranco de la Carrasca y luego, tras pasar por la Cueva de Teresa, llegamos al punto de partida. Esta última zona es como un resumen del sendero: Carrascas, lentiscos, palmitos y un bosque de pino rodeno nos acompañan en todo momento. Casi mejor que este rollo que os cuento, lo mejor es ver unas pocas fotos.
Quisiera destacar el gran trabajo realizado por ADENE en el trazado de este y otros senderos en Enguera. Está perfectamente marcado y la orientación es sencilla. Se puede disfrutar de las vistas sin tener que preocuparse de no perder las marcas. A nivel personal y teniendo en cuenta el sentido de aprendizaje que pueden tener los Senderos Locales, sería interesante colocar un par de cables en dos zonas que debido a la humedad pueden llegar a ser peligrosas.
En este caso, en lugar de recomendar un libro, un ruego: LEEROS ALGO DE MIGUEL HERNANDEZ. Aunque sea cantado por Serrat, Enrique Morente o Alberto Cortez.